El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha rebajado este miércoles la entidad de la obra sin permiso que acometió Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Después de meses sin noticias del caso, Almeida ha excusado en una entrevista de radio al empresario, al decir que lo único que no se ajustaba a la declaración responsable era “la colocación de unos aparatos de aire acondicionado”. La realidad, según el expediente de sanción municipal al que accedió EL PAÍS y los testimonios recabados, es que la obra en el piso donde viven la presidenta y su pareja tuvo mucho más calado e incluyó, entre otras actuaciones, el derribo de tabiques y falsos techos, la redistribución de habitaciones, la reforma de la carpintería exterior o la demolición del mobiliario de cocina.