La Comisión Europea acelera los trámites para cerrar el acuerdo comercial con los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, junto a Bolivia), tras 25 años de negociaciones y bloqueos intermitentes y pese al rechazo de la segunda potencia europea, Francia, ahora en plena crisis política. El avance imparable de China en la región frente a la pérdida de influencia de la Unión Europea empujan al club comunitario a avanzar en ese pacto. La determinación de Alemania y de España para sacarlo adelante —en el contexto de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, que ha amenazado a los productos europeos con una escalada de aranceles— dan impulso a Bruselas para rubricar nuevos (o refundidos) acuerdos comerciales y diversificar sus mercados y proveedores. El pacto con Mercosur, con un mercado más de 780 millones de consumidores, será el mayor que ha firmado la UE.