Sabemos que existe la materia oscura porque, aunque no interacciona con la luz —de ahí su nombre—, sí interacciona con la materia normal y tiene un efecto gravitatorio en ella. Llamamos materia normal, o luminosa, a todo lo que comprendemos a nivel teórico y que sí podemos observar: de ella están constituidos los planetas, las estrellas, incluso el gas interestelar y también nosotras y nosotros. Esta sí la conocemos muy bien, sabemos que está formada por partículas que explicamos con el modelo estándar de física de partículas.