Cuando la presidenta del Congreso, Francina Armengol, termina su discurso anual en el Día de la Constitución, el salón de Pasos Perdidos de la Cámara Baja, frente al hemiciclo, se convierte en un hervidero de políticos, representantes de las altas instituciones del Estado y periodistas. Apelotonados en la majestuosa estancia y los pasillos aledaños, comienzan las charlas cruzadas, donde se vuelcan las urgencias informativas de los últimos días. En los presentes hay gestos que hablan más que las palabras. Este viernes, en el 46º aniversario de la ley Fundamental, los más buscados volvieron a ser Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo que, de nuevo, a pesar de estar a escasos diez metros, no llegaron a saludarse. El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, sobresalió entre unos asistentes, entre los que se echaron en falta a muchos presidentes autonómicos del PP (este viernes solo cinco se han desplazado a Madrid) y destacó la presencia, 14 años después, de un president de la Generalitat, el socialista Salvador Illa.