Una vez recuperada la calma en Seúl, con los militares de vuelta en los cuarteles, llega la hora de la marejada política. La batalla se prevé intensa. El gobernante PPP (Partido del Poder Popular), la formación del presidente, el conservador Yoon Suk-yeol, ha anunciado que está dispuesta a frenar el procedimiento de destitución puesto en marcha por la oposición contra el jefe del Estado. De salir adelante, la votación, prevista para el sábado en la Asamblea Nacional (el Parlamento), supondría la caída del dirigente que impulsó el martes una ley marcial que duró seis horas, desatando la confusión y el caos en el país. Pero no será fácil sacarla adelante. Para que la moción prospere, la oposición, capitaneada por el PD (Partido Democrático), que es la fuerza mayoritaria en la Cámara, necesita recabar al menos ocho votos en las filas del PPP para alcanzar la mayoría requerida de dos tercios.