Si eres de esas personas a las que, para cerrar las comidas o cenas navideñas, les vale con el turrón, las peladillas, los polvorones o cualquier dulce comprado, esto no es para ti. Pero si le pides algo más a la vida en el terreno repostero, preparar un flan de chocolate para servirlo en tu casa o llevarlo a la de algún familiar o amigo es una opción inteligente. No necesitas ser un maestro pastelero para que te salga bien, no requiere mucho más esfuerzo que mezclar ingredientes y el resultado es de lo más pintón.
