
El desarrollo de la sociedad del futuro implica retos que a todos nos atañen y a los que nadie puede permanecer ajeno. Buscamos unos entornos más sostenibles y justos, en los que la pobreza disminuya, las oportunidades sean igualitarias y aumente el bienestar social. Para todas esas metas, un aspecto clave pasa por una educación que llegue a todas las personas por igual y que forme a los profesionales del futuro, como indican varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Ese propósito adquiere aún más relevancia en el contexto de un país como España, en el que la tasa de desempleo juvenil se sitúa en el 28%, y en el que la de abandono escolar es una de las mayores de Europa, con un 13,9%. Lograr que las siguientes generaciones tengan acceso a una educación más completa y en igualdad de oportunidades es también sentar las bases para contar con unos profesionales más preparados en las próximas décadas, labor en la que todos los sectores, incluido el de la empresa, deben tener un papel de vital importancia.
Impulsando la transformación de la sociedad
En la actualidad, en España, más de 12 millones de personas están en riesgo de exclusión social, y cerca de 600.000 hogares no cuentan con ingresos estables. Los datos muestran que este hecho está íntimamente relacionado con la formación académica: en los hogares con dificultades económicas, la tasa de abandono escolar alcanza un 36,6%, frente a un 4,9% en los de mayores recursos. Esta situación exige un compromiso de todos los actores sociales para revertir y construir la sociedad del mañana. El grupo Agbar incorpora a su visión del futuro una filosofía que, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, apuesta por ser un motor de transformación social a través de tres ejes. Por un lado, a través de la generación de oportunidades educativas, con especial atención a vocaciones relacionadas con el empleo verde y los ámbitos STEAM. Por otro, contribuyendo a la empleabilidad como factor clave para crear una mayor calidad de vida y combatir el riesgo de exclusión social. Por último, a través de la creación de comunidades sostenibles, basadas en la protección del medio natural y el consumo responsable de sus recursos.