Ni el episodio de lluvias torrenciales se dirigía hacia la Serranía de Cuenca, ni se afirmó que fuera a disiparse a las seis de la tarde. Los dos datos que esgrime el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, cada vez que habla de la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, a la que señala como responsable de no ofrecer la información suficiente para reaccionar antes a la dana caída el 29 de octubre, no son precisos. Así lo han expuesto este jueves el delegado de Aemet Comunidad Valenciana, Jorge Tamayo, y el jefe de Climatología, José Ángel Núñez, en una rueda de prensa en la que han asegurado que la previsión de la que informaron señalaba el norte de la Comunidad Valenciana como destino de la evolución del fenómeno meteorológico que llegó a descargar 772 litros por metro cuadrado en Turís. “No sabemos por qué se interpretó lo de Cuenca”, han indicado. Respecto a la hora en la que, según dijo Mazón, el episodio iba a aminorar, han indicado que el aviso rojo estaba decretado, en un principio, hasta las seis, pero que una hora antes de que caducara, es decir, a las cinco, cuando se inició la reunión del órgano de coordinación de emergencias, el Cecopi, ya se había prorrogado hasta las ocho de la tarde. Finalmente no se levantó hasta la diez de la noche.
