Durante la pasada legislatura, el Ministerio de Consumo —en manos de Alberto Garzón— recuperó la capacidad sancionadora que hasta entonces tenían solo las comunidades. A diferencia de otras decisiones polémicas, esa medida pasó desapercibida, pero los frutos los está recogiendo el nuevo ministro, Pablo Bustinduy (Madrid, 41 años): hace unos días, su ministerio sancionó con 179 millones de euros a varias aerolíneas por abusos como cobrar el equipaje de mano, una iniciativa pionera en Europa. El titular de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 —que cumple un año en el cargo— investiga ya otros sectores, como las falsas rebajas en el comercio electrónico, la venta de entradas para espectáculos y la vivienda, donde promete mano dura: “Vamos a perseguir negocios basados en la vulneración de los consumidores”.