La economía alemana no carbura, pero a algunas de sus empresas les va de maravilla. SAP es un claro ejemplo. El gigante del software vuela en Bolsa. Sus acciones se han revalorizado un 56% este año y el valor de mercado supera los 268.000 millones de euros. Esta euforia sitúa a la compañía como la tercera con mayor capitalización bursátil de Europa, tan solo por detrás del grupo danés Novo Nordisk y del conglomerado francés LVMH. La bonanza en el parqué de SAP podría ser mayor si no se hubiese activado un cortafuegos impuesto por la Bolsa de Fráncfort: ningún valor puede tener una ponderación superior al 15% en el índice DAX. Este límite hace que muchos fondos pasivos, que replican la composición de los índices, tan de moda, tengan que vender títulos de la empresa cuando supera dicho umbral.