Con la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), del Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social (Coneval) y otros organismos autónomos característicos del llamado periodo de la transición democrática, vuelven a escucharse las voces de quienes se denominan defensores de la democracia y que ven en esta eliminación un atentado al muy citado sistema de pesos y contrapesos que garantizan eso que se llama normalidad democrática.