Cada vez se complica más el caso del asesinato de Juan Felipe Rincón Morales, hijo del inspector general de la Policía Nacional, ocurrido el 24 de noviembre en extrañas circunstancias en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá. En la noche del lunes, un juez de control de garantías dejó en libertad a Andrés Camilo Sotelo Torres, el único capturado por el homicidio. Los abogados de la familia Rincón Morales no solo apelaron la decisión, sino que presentaron ―aunque fuera de plazo― nuevos videos de cámaras de seguridad y de testigos que muestran ángulos y momentos del ataque. También se pusieron sobre la mesa dos teorías: que en la escena hubo un arma de fuego que no ha sido encontrada, y que todo se trató de una extorsión.