El debate, cada vez más necesario y agudo, sobre si la ciencia -entendida como la preparación casera con ayuda de computadoras potentísimas- está eclipsando en el ajedrez al arte (improvisación, creación de belleza) y el deporte (emoción, apuros de tiempo, resistencia física y mental…) sería absurdo si la mayoría de las partidas fueran como la de este vídeo. Dos gladiadores saltan a la arena con el acuerdo tácito de que ninguno buscará el empate y lucharán hasta la extenuación.